Dos poemas a partir de Steven Universe
- l. ham
- 27 abr 2023
- 3 Min. de lectura

(⺣◡⺣)♡*
Yo no soy luz pero mi carne sangra (y el rojo es toda la luz con la que no me quedé)
Las gemas de Steven Universe no piensan en sus cuerpos
como yo pienso en el mío.
Ellas son manifestaciones físicas de luz,
su masa depende de la concentración, la disciplina, la experimentación.
(Es decir: una gema piensa en hacer su cuerpo más largo, más corto, piensa en volver su cuerpo la imitación de otro, etc. Hay una forma específica a la que tiende su luz, así se han conocido, pero un corte de pelo nunca es más que su propia voluntad. Aquí el primer aspecto fantástico, es decir, el factor de añoranza por un mundo que no es nuestro (pero dentro del que nos desenvolvemos).
Yo experimento con mi cuerpo que es carne abierta
y lo cubro, lo perforo, lo expando.
Tengo una agujita mágica que me deja líneas en la piel.
Puntitos de tinta y sangre.
Un labial rojo y uno negro. Ninguna piedra preciosa.
Quiero un cuerpo de luz.
Quiero ser un holograma con masa
para poder ser siempre un cuerpo diferente.
Quiero bailar contigo y fusionarnos
olvidarnos un rato de nuestro nombre
de qué significa ser hombre o mujer o luz o sombra.
(El problema con las caricaturas es lo fácil que pueden hacernos creer en la magia. Kagome cae por el pozo y despierta en el Japón feudal. Samurai Jack viaja al futuro y no sabe cómo regresar. Queremos perdernos. Código Lyoto y la magia de hackear. La magia del avatar que se vuelve la carne virtual. La carne virtuosa. La magia del viaje. La magia del cuerpo. Connie baila con Steven y se vuelven algo nuevo. Sus cuerpos son luz. Segundo aspecto fantástico, pero primero en importancia: en un segundo puedo cambiar de sexo, en un segundo puedo ser un cuerpo nuevo, puedo extripar de mí las partes que sobran y puedo reconocerme de una forma distinta a la que ya me conozco.
Porque me conozco o eso pienso. Y me deseo o eso desearía. Mi cuerpo no es luz, no están sujetos sus cambios a mi voluntad inmediata. Cuántxs de nosotrxs nos paseamos por ahí con un disfraz roto y, además, opaco. Porque):
La magia de la carne
no reside en el cambio
sino en la velocidad de este:
la vida sin luz es más lenta,
la carne cambia a partir del tiempo
y del dolor o goce en una hora, mes o año.
La carne no se resuelve en los diez minutos de tiempo al aire.
La carne no se resuelve en un guión bien pulido.
La carne no se resuelve con fantásticas secuencias animadas.
Yo no puedo bailar
y volverme en cinco cuadros
una voz diferente
una cabellera que resista a la calvicie.
Hay partes de mí que jamás cambiarán.
Pero una aguja mágica recorre mi piel
mi propia gema, mi acero, mi sangre
me dibujo un hechizo de metamorfosis
y salgo a la calle vestidx de talismanes.
Porque me deseo mágicx. Me deseo lleno de adornos mi disfraz.
Ornadx, bien pulidx, fantasticx. Eres una experiencia.
Tengo un cuerpo. Tengo un experimento sin expectativas,
lleno de posibilidades.
BonusTrack: Futuro
(Es la historia perfecta:
Los poderes de nuestro héroe se salen de control
y termina siendo él la amenaza para el mundo.
Nadie lo puede detener. Es demasiado poderoso.)
Un niño se vuelve un monstruo.
Se escapa por su ventana hacia el mar
sin escribir una sola carta.
Salta y crece sin palabras
ni techo que lo sujeten.
Hay gente que lo recuerda con fotografías en la nevera,
que todavía dice su nombre a oscuras en un pedazo propio de noche.
Un televisor llora en el patio.
Alguien se pone un imán en la cabeza para ver los colores.
(Es el final del segundo acto y no hay esperanza.
O solo parece no haberla.) En la televisión
puede resolverse todo en un corte comercial.
En la televisión siempre triunfa el bien,
nadie crece, nadie tiene que enfrentarse al años después, a los días después de la trama,
a otras vidas que no traten de salvar el universo.
Pero crecimos. Y sin superpoderes.
Hemos dado y recibido
la palabra que alarga la vida por una hora
y la que hiere de muerte.
No hay un protocolo de resolución de problemas que nos libre del asalto.
No hay un amor que detenga el fin del mundo.
A pesar de nuestra vida
el equipo corre hacia el monstruo,
nuestro protagonista oscuro listo para desmembrar,
y lo toman en su fuerza salada de mar
y lo inmovilizan con fuertes brazos en desesperada cercanía,
el calor de un miedo resolviéndose.
El show está a punto de acabar.
Podemos creer un capítulo más,
podemos llorar como si sintiéramos el abrigo
de unos cuerpos de luz deteniéndonos en el mar,
toda la rabia y el miedo y la tristeza de estrellas viejas
evaporándose en nuestras mejillas.
Un abrazo que nos salve del mundo
antes del próximo corte comercial.
(⺣◡⺣)♡*
l. ham (1996, Guanajuato) pasa el día perdiendo el tiempo, pero igual le han publicado unos poemas en tierra adentro. vive en guadalajara con su familia y su gato, y ya no le tiene miedo a los elevadores. en ig a veces sube cositas a @anonimoadjetivo
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