top of page

La importancia de Barbie Fairytopia

  • Foto del escritor: Andres GRM =^*^=
    Andres GRM =^*^=
  • 18 mar 2021
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 11 ago 2021



*No se toma en cuenta Barbie y las Estrellas del Rock ni Barbie de Regreso a la Tierra.

Gracias por su atención.

(ㆁᴗㆁ✿)


Barbie es un ícono cultural, no necesita introducción, es la muñeca que llevó a las niñas a soñar con ir a la luna, a la iglesia, a la escuela, al MP y a que, si todo falla, siempre existe la opción de ser cajera mientras todo retoma su curso.


Barbie nació en el ocaso de 1959 de la mente de una madre molesta porque su hija se veía limitada a jugar con bebés de plástico. El que dicha mujer fuera una de las cabezas de una pequeña compañía que llegaría a dominar el mundo de la imaginación infantil, y que hoy reconocemos bajo el nombre de Mattel, es otra historia.


Ruth Handler reconoció en Barbie un nuevo mercado que no solo ayudaría a reabastecer las arcas familiares, sino que también le daría a las niñas la oportunidad de jugar con algo que no solo las encasillara como futuras madres. Podrían imaginarse como astronautas o soldados, al igual que los niños, y verse como seres capaces de entrar en ese mundo laboral.


Durante años Barbie entró y salió de escándalos que hoy podemos ver como un ejemplo de la evolución en el pensamiento social occidental. Hemos pasado de ver a Barbie solo como un modelo para conseguir marido, a ser un medio para avanzar en lo que hoy en día se conoce como conciencia social.


Barbie es un referente global, y como todo buen referente, tiene películas. No me refiero a los documentales sobre su creación e impacto social, sino a las obras en donde Barbie protagoniza la trama.


En el 2001 comenzaría una de las sagas inconexas que ha acompañado de la mano a las tendencias e ideales del siglo XXI. Todo daría inicio con una película titulada Barbie en el cascanueces, primera en lo que se conoce como las películas clásicas de Barbie, que representan ballets clásicos y cuentos.


Esta época abarca desde su debut en el Cascanueces (2001) hasta su inicio en los musicales cantados en Barbie como la princesa y la costurera (2004). Durante este tiempo, Barbie se había dedicado a representar, a su manera y estilo, cuentos y relatos que habitaban dentro del subconsciente colectivo. Historias ya conocidas que podían ser fácilmente consumidas puesto que el público ya las había escuchado o leído en alguna parte.


Y entonces llegó Barbie Fairytopia, escrita por Ellis Allen.

Fairytopia representa un punto de quiebre, no solamente en el universo filmográfico de Barbie, sino en la filosofía de la figura. Antes de eso, Barbie, dentro del imaginario básico, seguía desarrollándose en los límites de lo que se conoce como realidad; empleos, accesorios y características que unían a Barbie al mundo terrenal que uno reconoce al salir a la calle (con cubrebocas).


Si ya conocemos la jungla de cemento, Ellis Allen nos presenta un mundo lleno de magia donde las hadas habitan en flores. Fairytopia abre nuevas posibilidades que encajan con la filosofía que embandera Barbie a manera de slogan: “Sé lo que tú quieras ser”. No solo se queda en el imaginario del Universo de Barbie, puesto que ahora no estamos limitados a ver a Barbie en un entorno conocido (casi podría llamarse esperado). Sino que nos invita a ver más allá del sentido común, más allá del mundo construido por los sentidos, y nos obliga a explorar los horizontes de lo que conocemos al ver una muñeca.


–Ya no es ver a una astronauta, sino a una pionera del espacio que pelea contra los horrores que habitan en las profundidades del Universo.


Además, logra separar a Barbie de las historias conocidas. Claro que posteriormente retomaría relatos populares, pero ya que Fairytopia es una película que bebe de los cuentos de hadas para construir una historia original, tiene la libertad de crear una trama desde cero. Al compararla con las películas antecesoras, uno puede notar un ritmo más fluido, diálogos más complejos, interacciones entre personajes más divertidas.


Y tiene a Bibble, esa criatura azul que parece salida de los hornos del averno. Es lo que diferencia a Fairytopia de sus antecesoras, y lo que la separará de las películas posteriores, ya que es un buen personaje secundario porque no puede hablar. En el Universo de Barbie existe una larga lista de acompañantes que siguen a Barbie durante su aventura, a veces con la forma de un animal y otras con la de sus hermanas; y todos resultan ser entes molestos que parecen obligados a hacer estupideces y siempre decir comentarios jocosos sobre la situación en la que están. Este tipo de personaje secundario ayuda a que el público vea a Barbie como la protagonista lista y divertida que todos aman, y Bibble rompe con esa mecánica. Bibble no habla, por lo que no puede hacer comentarios y no se limita a seguir a Barbie como un autómata, sino que se asusta, la quiere, se enoja con ella y la reconoce como una igual y no como una jefa.


Esto podría significar que en esta ocasión, Barbie será la tonta del pueblo, pero no, Barbie deja de ser ese ente superior a todo ser vivo y se convierte en una persona. Puede bajarse de ese pedestal que para entonces llevaba más de 40 años consolidándose y darse la oportunidad de cometer errores, tener miedos y, gracias a esos problemas, sentirse bien al conseguir su objetivo.


Fairytopia nos muestra a una Barbie más terrenal y se abre camino en un mercado que posteriormente estaría saturado con magical girls, hadas y magia de estrellas. El impacto que tuvo dentro de la filmografía de la rubia más famosa del mundo occidental ha llegado a ponerla como un referente al momento de hablar, no solamente de las películas, sino también de la marca.


Si alguna vez has intentado ver todas las películas del Universo de Barbie, ya fuera por ocio, depresión, curiosidad o entretenimiento, te encontrarás con Fairytopia y, después de tirarte algunas noches en esta odisea filmográfica, seguramente se quedará en tu memoria como los recuerdos que atacan en medio de la noche. La única diferencia es que este recuerdo no te hará dudar de tu propia existencia, ni de tu valor dentro del universo social que has construido a partir de tus experiencias.


Grande Barbie Fairytopia.


Grande Ellis Allen por enseñarnos que los sueños no se limitan al mundo terrenal.


(ㆁᴗㆁ✿)


Andrés García Rojas Martínez (1998) Endémico de la tierra perdida de Tlalnepantla, afectivo como un cactus y aterrizado como un ovni, número de la suerte :86: aficionado de la combinación de tetas y gatitos. Creador y esclavo de Compañía Hechiza. =^*^=


Comments


de generación en generación las generaciones se degeneran con mayor degeneración

  • Twitter
  • Instagram
bottom of page